domingo, 29 de noviembre de 2015

Judias pintas de subsistencia

Conozco gente que cocina bien, gente que cocina mal, gente que cocina bien sólo cuando el evento es relevante y gente que podría cocinar bien... si su desidia se lo permitiera antes de llamar a Domino's.

Hay cachondos y cachondas mentales que dicen cocinar bien porque hacen pescado al horno o crema de calabacín, porque aderezan como nadie las pizzas de Casa Tarradellas o porque (repito) dicen hacer una tortilla de patatas exquisita... con esto último me pasa como con lo del fisio, ya sabéis, la famosa frase 'pues yo conozco un fisio buenísimo' que el 80% de la población española dice al menos una vez al año, pero aplicada a la tortilla.

¿Habéis escuchado a alguien decir que hace una tortilla de patatas mala?

El pescado al horno se hace solito, la crema de calabacín es de cinturón blanco en cocina, y aderezar pizzas precocinadas y decir que salen muy buenas es como decir que ligas mucho cuando vas de putas.

Esta receta es de ese nivel.
Es para decir que sabes cocinar y quedar de guay.

Y yo la uso mucho.

Ingredientes

- 450g de judias pintas crudas
- 2 zanahorias medianas o 1 monstruosa
- 1 cebolla
- 1 pimiento choricero
- 2 dientes de ajo
- 1 chorizo para guisar
- 1 morcilla para guisar
- 1 trozo de panceta para guisar
- aceite y sal
- unas hebras de azafrán si tenéis, y si no da igual, decís que las habéis echado y que eso les da el toque que las diferencia del resto de judias pintas que se pueden comer por ahí... con tol morro.

Preparación

- Poner en remojo las judias el día anterior
- Picar la cebolla y las zanahorias muy muy finas.
- En una olla a presión abierta freir a fuego suave la cebolla, la zanahoria y los ajos.
- Lavar y escurrir las judías.
- Cuando ese sofrito esté tierno y dorado, y casi no se distingan los trocitos de cebolla y zanahoria, añadir las judias pintas, el chorizo y la panceta.
- Añadir agua hasta cubrir unos 3 ó 4 dedos por encima las judías. Salar.
- Echar el pimiento choricero.
- Cerrar la olla a presión y poner a fuego medio-fuerte unos 30 minutos... pero claro, depende de la olla, de si tiene posiciones y demás. Este tiempo es orientativo, así que ¡ojo!
- Al abrir y comprobar que las judias están en su punto de cocción apartamos la olla del fuego, echamos la morcilla y cerramos la olla para aprovechar el calor residual. Esto lo hacemos para que la morcilla se haga y no se apodere del sabor de toda la olla.
- A los 20-30 minutos ya se puede servir.

Muy mal, mal, pero tremendamente mal lo tenéis que hacer para que no salga un plato de cuchara de chuparse los dedos.

Un plato fácil de narices, básico, sin pretensiones y bastante rápido.

¿Mejorable? Sí.
¿Hace falta? No.

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